jueves, 29 de diciembre de 2011

MUJERES QUE AMAN DEMASIADO

Vivir creyendo que el amor puede durar toda la vida es comprar el boleto al mismísimo fracaso.

"El amor es una mentira" y "los hombres son todos unos hijos de puta" son algunas de las frases que están a la orden del día entre las mujeres despechadas que frecuento. Hasta dónde estarán en lo cierto y hasta dónde equivocadas, quien sabe. Pero si hacemos repaso desde Disney hasta los grandes directores de cine siempre han contado historias donde la intensidad del amor se mide por el grado de sufrimiento. Princesas hechizadas, maldecidas o secuestradas en lo alto de una torre y custiodadas por los mas temibles monstruos feroces, aguardan durante tiempos impensados que, finalmente y luego de sortear diversos obstaculos, aparezca su tan anhelado príncipe a rescatarlas.

Y así crecemos la mayoría de las mujeres, sumidas en la creencia de que si somos buenas cocineras, sabemos coser, bordar, coger y ser lo suficientemente sumisas e indefensas, vamos a conseguir un hombre capaz de enamorarse perdidamente de nosotras. Esperamos un hombre que nos despose, nos convierta en madres y sienta el deseo de envejecer a nuestro lado aun cuando las tetas nos toquen las rodillas y el culo se nos ponga como el baul de los recuerdos.

Pero los tiempos cambiaron y ya son pocas las mujeres que desean que un hombre quede perdido por ellas. No está bueno pensar que si yo no quiero estar con alguien se va a morir por mi culpa, eso no tiene nada de romántico sino mas bien de psicótico. Una vez me dijo un médico clínico al tiempo que me inyectaba un relajante muscular para calmar mi crisis nerviosa post discusión amorosa: "en treinta años que llevo de profesión jamás firme un acta de defunción por amor". Y eso es una gran verdad, NADIE se muere por amor.
Sin embargo queda aún un selecto grupo de mujeres , las que amamos demasiado. Mujeres que a pesar de ser capaces de autoabastecernos en casi todos los planos de nuestra vida, necesitamos innegablemente la mirada aprobadora de un hombre, la compañía, la certeza de sentir que aunque solas lo podemos todo, elegimos compartirlo con alguien mas. Capaces de esforzarnos para conquistar, encantar y ser queridas. Mujeres que sin duda hemos experimentado, desde los orígenes de nuestra interacción con el sexo opuesto, situaciones que nos llevan una y otra vez a buscar el afecto en unos brazos protectores, mayormente equivocados.

Si el amor dura o no toda la vida, si es una mentira o si todos los hombres son hijos de puta, no son respuestas que tenga al alcance de la mano. Lo que sí puedo asegurar es que no está bueno ser una mujer que ama demasiado.