No soy amiga de los noticieros, no me caen bien. Ellos no lo saben. Pero cada vez que coincidimos en el living de mi casa, los ignoro. Siempre negativos, con pálidas. Para pálida tengo la cara. "No vayas a estas calles", "No visites estos barrios después de las seis de la tarde". Me advierten, los densos. Yo no quiero tener miedo. El miedo paraliza, hace cometer locuras.
Mi hermana me invitó a tomar sopa con cabellos de Ángel. Eso, para mí, es lo mismo que ganarme una noche con Jason Statham. O incluso mejor. Algo raro nos ocurrió y, en este caso, no hubo ningún agente externo que lo justifique. La cuestión es que pudimos dialogar. Tan simple y tan complejo como eso. Nos reímos, lloramos, nos abrazamos y, como resultado y para mí sorpresa, me regaló diez sesiones de electrodos y plataforma vibratoria.
- Para vos. Que te quejás que estás medio rechonchita. Tomá. Tratá de hacer dieta, también.
-Bueno. ¿Gracias?.
Me mató con la explicación. No sabía si darle un beso o pegarle un cachetazo a la insolente.
Para quienes no los conocen, la plataforma vibratoria es una máquina alienígena capaz de escupirte la verdad a la cara, con un simple movimiento, y dejar en evidencia que no existe un solo músculo en tu cuerpo que esté ejercitado. Siquiera el cerebro, que te baila adentro del marote como los arroces en el palo de lluvia. Bueno, el corazón sí, pero si justo se te endurece ése, tenés una mala leche bárbara. Lo que sí hace es darte comezón en las piernas. Desesperante. Y unas hermosas ganas de mearte encima y de otras cosas también, pero no quiero ponerme tan escatológica.
El electrodo viene a ser algo así como dos cables pelados enroscados en una Ballerina, ese trapito amarillo que te deja pelusa en todos los artefactos y que encontrás detrás del inodoro de cualquier casa de familia. La ballerina, por supuesto, está humedecida con algún tipo de gel que bien podría ser el Cif antihongos. Calculá que te enchufan de seis a diez electrodos en el culo y lo que hacen, básicamente, es electrocutarte las cachas. Se te frunce, se te relaja. Se te frunce, se te relaja. La intensidad de la fruncida depende de dos factores: la voluntad para soportar el dolor y el apuro que tengas para que te quede el ojete de mesada. Todo eso transcurre mientras te lees la Papparazzi, dormís una siesta o le contás a la esteticista, que es una copada importante y está mas chapa que vos, lo bien que la pasaste la noche anterior.
Me desperté en el bondi justo cuando estaba parado en la calle Los Andes. ¡No!¡Mi parada! Me bajé de un salto y casi me estrello con el poste que indica la altura de la avenida. ¿Los Andes?¡¿Los Andes?! ¡Mis enemigos, los noticieros, no me recomiendan que ande sola a estas horas por estas calles! ¿Y ahora qué hago?¿Y si me pasa algo?¿Dos cuadras tengo que caminar? ¡NO!¡Tengo que cruzar una vía de tren! Ay, mamita, quien me manda a mí... ¡Tranquilizate!, ya llegás. ¿Qué hago?¡¿QUÉ HAGO?! ¡Ya sé! Le escribo un mensajito, le cuento esta tragedia. ¿Le escribo?¿Qué le pongo? La puta madreeee, que oscuro que está esto. Ya fue, yo le escribo. ¡Malditos noticieros metemiedos! Sí. Le escribo.
"Me estoy yendo a hacer electrodos a una calle que se llama Los Andes. Todavía no sé si voy a terminar con el culo parado o roto."
¡No! ¡Cómo le voy a poner eso!
-Che, que lindo edificio. Y que lindo gabinete. ¿Y esa máquina?
-Es la plataforma vibratoria.
Esto es así. La belleza cuesta y duele, ya sea en moneda corriente, en sacrificio o ambas. Los noticieros meten miedo. Y sí... el miedo hace cometer locuras.
La belleza cuesta y duele para el que la tiene, por el sacrificio de conseguirla y mantenerla. Pero también le duele a aquel que la admira y la desea, pero no la alcanza. Díganme aquellos que ven pasar a una señorita que les ilumina el día pero que saben que esta fuera de su target. No me digan que eso no duele!
ResponderEliminarPodríamos resumir entonces, que la belleza es mala? Para unos o para otros, duele.
jajajajajajajajajja..... me hiciste reir mucho... ese gabinete es lo mas no solo porque te deja el culo de mochila,aunque te haga sentir q tu cuerpo es una gran ggelatina, sino porq te alimenta el espiritu y el alma de lo q te reis!!!!!
ResponderEliminarCualquier calle que cruce una vía da miedo. Pero te va a quedar la cola ideal para que el próximo que te pegue un tincazo se rompa la uña.
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