Para todos los que me escribieron, preguntaron y casi exigieron una explicación sobre la historia de "Mi Rolando Rivas", decidí añadir este posteo. No pretendía dejarles ese sabor amargo de la incertidumbre. Bueno, un poco sí. Pero no esperaba que tuviera tanta repercusión ese deselance tragicómico y, menos que menos, que muchos de ustedes se sintieran en la necesidad de interrogarme sobre si mi relato se acercaba a la realidad de lo acontecido. Si todo acababa así. Si no había nada mas después de eso. Asique acá les va un regalito extra, una yapa, un posdata, un aguinaldo, otra ronda que paga la casa. Que lo disfruten. Alérgicos a la cursilería, abstenerse. Nuevos lectores, sugiero leer antes de este posteo, "Mi Rolando Rivas" (primera parte y segunda y última parte) así comprenden un poco mejor de qué se trata. Chau
Me estaba preocupando, mi Rolando Rivas no daba señales de vida por ningún medio posible. No supe de su accidente de tránsito sino hasta pasado el mediodía cuando, entre la gente que recorría el paseo mirando las vidrieras de los negocios, vislumbré la imágen de un hombre que se acercaba todo roto pero con el mismo aire triunfal de Will Smith cuando salva al mundo en "Día de la Independencia". Rengueaba y me miraba sonriente pero dolorido. Fuí corriendo a su encuentro aunque no pude saltar a su cintura , en cámara lenta y con los pelos agitados por el amor, para besarlo con la pasión de las películas.
-¡¿Qué te pasó?!
-Me la dí anoche con el bondi. Estoy acá de pedo. Casi no la cuento.
-Vení, entrá, tomemos un café.
-A mí mejor pedime un container de Diclofenac.
Me contó el accidente con lujo de detalles entre queja y queja por el dolor que sentía en las costillas.
-Y el médico ¿qué te dijo?
-¿Qué médico? Ningún médico. Con el quilombo que se me viene ahora en el laburo al único que llamé fue a mi amigo abogado, para que me asesorara y me acompañara a escabiarme.
-Asi que no te vió ningún médico...
-No. Pero me acosté con un pedo morboso y un dolor pesado en todo el cuerpo. Además si iba al hospital, me iban a querer dejar internado. Y yo tenía que desayunar con vos.
Se fue un rato antes de que llegara mi relevo. Tenía que ir a la empresa a esperar que determinaran su futuro. Yo llegué a casa y me fuí a correr. Porque sí, en algún momento fuí deportista. Llegué a la rotonda de Waikiki y lo encontré sentado solo, fumando sin parar, atónito, deprimido, mirando las huellas de una frenada violenta con dos ruedas sobre el pasto y dos sobre el asfalto, con una columna de luz desaparecida y la otra doblada.
-Con treinta días me rajaban a la mierda. Veintinueve me dieron, sin goce de sueldo. ¿Vamos hoy a la noche a tomar por algo por ahí para festejar que por lo menos sigo vivo? Decime que sí. Teneme lástima y salgamos. Mirá que la semana que viene no voy a tener guita para invitarte a hacer nada. Aprovechame ahora.
-Sí.
Nos besamos. Un asco. La combinación explosiva de su aliento a doscientos cigarrillos y lo salado de mi transpiración facial. Un verdadero asco. Salimos esa noche. Yo estaba con mi mejor amiga. Él apareció con el boga. Ellos ni se hablaban, nosotros no parábamos de besarnos. Dos desubicados... ellos, que ni se hablaron. Yo me moría por dormir en sus brazos y él, por el dolor de rodilla, espalda y costillas.
-Esto es así. Hoy te quedás con tu amiga y yo me voy con el mío. En la semana nos vemos, nos acostamos y te llevo a tu casa. ¿Te parece?
-Perfecto.
No habría nada después de eso. Era lo correcto. Lo pactado en el café. Lo necesario. Los días siguientes se apareció a desayunar conmigo. Una tarde esperó hasta que salí del trabajo y me invitó a dormir la siesta. Acepté. Llegamos al telo, charlamos demasiado tiempo y comenzamos a desvestirnos. No pudimos tener sexo.
-No sé lo que me pasa. No te voy a mentir, no es la primera vez que me pasa. Pero antes me pasó por otros motivos. Sí es la primera vez que me pasa porque me gusta alguien demasiado. Mi cabeza está yendo mas rápido que mi cuerpo. En mi cabeza ya te garché como seis veces, pero todavía ni se me paró. Si mañana no me atendés mas el teléfono, te aplaudo. Te felicito. Es lo mínimo que me merezco por ser tan pelotudo. Es más, merezco que se lo cuentes a todas tus amigas y me señalen. Ahora si me bancás, voy un toque hasta el baño a cortármela y vuelvo. Andá llamando a Cardio.
Me enamoré perdidamente de él. En todos sus aspectos. De su honestidad y de su sonrisa por sobre todas las cosas. Y estábamos en un problema terrible. Su novia volvería en una semana de Buenos Aires. Yo tenía que resolver ese "tiempo" que me había tomado con el mío.
-¿Sabés que pasa?- me gritó desde el baño. - La culpa es tuya porque a mí jamás se me cruzó por la cabeza que vos algún día podías llegar a darme bola, ¿entendés?. Vos sos la típica mina que se sube al bondi, tiene un novio con una 4x4 esperándola, son felices, y nunca pero nunca se va a fijar en un tipo como yo. Me fallaste.
-Te doy otra chance.
-Estás loca.
-Sí. Lo estoy. Pero te doy otra chance porque nos la merecemos. Necesito volver a verte.
Y lo hicimos. Tal y como lo sospechaba era perfecto para mí. Y yo parecía serlo para él.
-Estoy metido en un quilombo. Mi novia llega mañana y antes de haberse ido, hace quince días, decidimos volver a intentarlo. Empezar de nuevo. Se fue cuando nos reconciliamos y vuelve cuando ya no quiero volver a tocarla, mirarla y mucho menos, explicarle.
-No lo hagas. Olvidate de esto. Olvidemoslo.
-¿Estás loca o drogada, nena? ¿Sabés los meses que soñé con esto?
-Pero fue lo que acordamos hacer.
-Bueno, te mentí, ponele. Ya es tarde. Yo no acordé nada y si lo hice, después de esta noche, me olvidé.
-¿Y que vamos a hacer?
-¿Felices?
-Te pregunto en serio.Y te pregunté "a hacer", no "a ser"...
-Y yo te respondo en serio también. Ahora, si a vos con "ser y hacer" felices no te alcanza, bancame un mes porque ahora estoy seco.
Nunca más a partir de ese día pudimos separarnos. Su novia, se enfrentó con la verdad cara a cara, la misma noche que llegó. Mi novio entendió desde un principio que nuestro tiempo fue definitivo . El choque fue la excusa perfecta. Yo, fuí la mujer de su vida. Él, el gran amor de la mía.
Sorprendente Dafne!!! que cabecita tienes. Tu blog es como un Ácido lisergico con Fernet. Un laberinto iluminado. Besos Pitufa.
ResponderEliminarMe faltaba tu aprobación... Misión cumplida! Besos Pitufón
ResponderEliminaressssssssselenteeeeee
ResponderEliminarGrasssssssssssias, Lo!
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