sábado, 28 de mayo de 2011

EL HOMBRE COMPROMETIDO

El hombre comprometido pertenece a la tribu más peligrosa del género masculino.


El hombre comprometido es el que, cuando te conoce, te aclara de antemano que tiene una relación, un noviazgo, un matrimonio, incluso hijos, que esta muy enamorado de una fulana a la que te nombra por algún apodo que usa para llamarla cariñosamente, como si vos la conocieras de toda la vida o te fuera esa información estrictamente necesaria para poder dormir tranquila.

El hombre comprometido continúa la charla diciéndote que igualmente le pareces una mina muy linda, que sos muy simpática, que sos graciosa, te ofrece tomar algo pero te aclara que está con unos amigos y algunas de las novias que, casualmente, son amigas o conocen a "su chica". Que el es muy fiel, que está en ese bar de casualidad, que "qué raro que no te haya cruzado nunca antes en ningún lado".

El hombre comprometido te da su teléfono sin que se lo pidas pero siempre y cuando le declares bajo juramento que sos una persona coherente, ubicada, que no lo vas a meter en quilombos. O, mejor aún, te pide el tuyo y también pretende que le hagas un informe detallado de todas tus actividades semanales para que él analice en qué momento es mas prudente volver a verte.

El hombre comprometido se emborracha, se contradice, te empieza a buscar por el bar, te mira raro si te ve hablando con otra persona, te sigue si te alejás mucho, es celoso y posesivo porque cree que sos de su pertenencia solo por pagarte un trago, te pregunta donde vivís y te dice que de ninguna manera te va a dejar irte sola a tu casa. Te pregunta en veinte oportunidades a que hora crees que te estarás yendo porque, no lo menciona ni lo reconoce pero se le nota, se le está venciendo el plazo para no tener quilombos. No coge ni deja coger.

El hombre comprometido te lleva a tu casa perseguido, rápido, por el camino mas peligroso y menos probable de cruzarse con alguien que lo conoce. Te quiere besar de prepo a la frase de "Daaaale. Si yo se que te morís de ganas de hacerlo (?)". Capaz que no tenés nada mejor que hacer y te echás un polvo medio pelo, de esos apurados y adolescentes que no modifican a grandes rasgos tu vida. A esa altura, ya te dice que le encantás, no te escucha. Te escribe a los cinco minutos de haberte dejado, es manija.

El hombre comprometido te manda un mensaje detrás de otro sin que le contestes. Te llama para confirmar que ese realmente es tu teléfono precisamente porque no le contestas. Te dice de todo a cualquier hora, pasa de cariñoso, a calentón, a eyaculador precoz, a reprimido, a enamorado. Pone en tu boca palabras que no decís, se enoja o te recrimina que seas tan dura, que no seas cariñosa. Lo tratás mal, le escupís la verdad en la cara, lo ignorás, lo boludeas, le aclarás que no te interesan los problemas y que no querés volver a verlo, y más te quiere, mas insiste, mas reconoce que no puede "dejar de pensar en vos", que "lo volviste loco", que "no sabe que le pasa pero que hacía mucho que no se sentía así", que "por qué no te habrá conocido antes".

El hombre comprometido te exige que le des cinco minutos para hablar, nada más. Te pasa a buscar lejos del centro, por una esquina oscura y fría. Estaciona cerca de una plaza. No se concentra en lo que le decís porque no puede parar de mirar por todos los espejos y ventanas del auto. Dice que sos muy enroscada si le explicás que no querés acostarte con él, que no te interesa jugar a las escondidas, que no servís para ser la segunda de nadie, que no te gustan los problemas, que sos libre y que no existe en tu vida ningún motivo por el cual te tengas que estar escondiendo, que estas acostumbrada a hacer lo que se te canta las pelotas. Te mira enamorado, te recalca que sos muy mala, critica a su novia, su relación y se queja porque su vida no es tan buena como parece. Suspira agarrándose la frente, cierra los ojos, te vuelve a mirar enamorado mientras sonríe y se muerde los labios. "Que mala sos" repite por lo bajo.

El hombre comprometido le habla de vos a algunas personas, te feizbukea para mirar tus fotos, te agrega al msn, te llama desde su teléfono fijo, averigua donde trabajás. Se empieza a poner medio denso y peligroso. Empezás a temer verte metida en quilombos que no son tuyos. Descubrís que a la novia la tenés de vista, la cruzaste en alguna reunión, la tenés medio fichada de la vida y suponés que posiblemente, ella también a vos. Y ahora la enroscada sos vos pero porque terminás suplicándole al hombre comprometido, que se haga humo, que desaparezca y que te deje de romper las pelotas.


El hombre comprometido pertenece a la tribu mas peligrosa del género masculino.

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