sábado, 29 de octubre de 2011

SI TE GUSTA EL PAN DULCE BANCATE LOS CONFITES

-Hola.

-Que haces.

-Bien. Te quería felicitar por tu blog. Me divierto mucho leyéndolo.

-Si. Parece que a todos les causa mucha gracias que a mí me vaya tan mal.

-Pero no me vas a decir que las historias son verdaderas?

-Ponele que no.

-Vos sabés que me dieron ganas de contarte algo que me pasó una vez con una mina?

-Adelante.

Parece ser que este flaco se lleva una mina a la casa que le encantaba. Es del tipo chabón que está mas preocupado por que esté buenísima antes de que tenga algo mas o menos decente para decir.

Si hay algo en lo que el género masculino tiene especial fijación, además de mirar deportes por TyC, es en practicar sexo anal en cualquier agujero que pueda. No se que clase de morbo les despierta esta práctica, pero la realidad es que le gusta y mucho. Ahora bien, es muy probable que a mucho menos de la mitad les parezca divertido tan solo pensar en ser ellos quienes presten el espacio para que nosotras nos hagamos un festival. La mayoría de los tipos asocian esta práctica a un acto homosexual. Entonces me pregunto: porque les resulta encantador creer que pueden hacernos eso a nosotras y no nosotras a ellos???

Bueno, parece que este pibe, cuando estaba en la casa con la chica en cuestión, comenzó a insistir para que ella accediera a ir por colectora. Cansada de negarse una y otra vez, termina aceptando la propuesta. No voy a dar detalles demasiado escatológicos (aunque los tengo ) de cómo termino la historia. Lo que sí puedo decirles, es que la chica terminó echándose un pique corto hasta baño y el flaco vomitando al costado de la cama con un bricolage en ya sabemos donde.

Estoy totalmente de acuerdo con la idea de que en la variedad está el gusto. Pero me parece importante que el gusto sea para ambas partes, por lo tanto, mis queridos, me he tomado la molestia de buscar un poco de información al respecto para que, la próxima vez que tengan en mente ir por camino de tierra, tengan presente las siguientes consideraciones:


El riesgo de infección se incrementa, pues el esfínter anal es mas rígido a la penetración y menos elástico que la vagina, con la consiguiente mayor fricción ocurriendo mayores microtraumatismos durante el acto sexual. Tampoco tiene la lubricación que normal y fisiológicamente tiene la vagina. El riesgo de contaminación no es solamente local, las microfisuras que se producen durante el sexo anal producen microsangrado en el pene y en el ano, que posibilita la contaminación sangre a sangre, mecanismo por el cual se explica que el sexo anal sea el de mayor riesgo para la transmisión del virus del SIDA (VIH) y de otras Enfermedades de Transmisión Sexual.

ALGUNOS CONSEJOS PARA LA PRACTICA DEL SEXO ANAL.

CON LA LENGUA:
Antes de detenerse en las nalgas, lama las zonas erógenas de su compañera. Luego, continúe con la raya, el contorno del ano, hasta llegar al mismo ano, zona muy sensible. En esos momentos, su compañera empieza a sentir una sensación caliente muy excitante.

CON UN DEDO O UN JUGUETE SEXUAL:
Suavemente Introduzca en el ano un dedo o, mejor aún, un consolador liso y lubricado. Deténgase un momento, para que el esfínter de su compañera se habitúe a esta nueva sensación. Efectúe luego un movimiento circular, que ayudará a relajar a su compañera. Empújelo un poco más hacia adentro, al mismo tiempo que realiza un movimiento de vaivén; aségurese de que su compañera sigue sintiéndose a gusto.
Esta estimulación puede resultar muy placentera. Puede realizarse antes de la penetración anal, o acompañar la penetración vaginal o el sexo oral. La mujer puede también estimular la próstata de su compañero y aumentar así la intensidad orgásmica.

CON EL PENE:
La mujer puede estar acostada bocabajo, de pie (de espaldas al hombre), acostada de lado, o sentada encima de él : en esta última postura controla mejor la profundidad de la penetración. Si optan por la postura del galgo, la mujer tendrá que levantar su tórax para facilitar la penetración. Lubrifique el pene abundantemente (sobre todo el glande) y el ano. Comience penetrando lentamente. La primera vez, quizá no la pueda meter entera, sobre todo si su compañera no está totalmente relajada. Pero con un poco de tacto y ternura, no se le deben presentar mayores complicaciones.

Antes de llegar a la mitad del camino, deténgase para que ella se habitúe. Comience entonces a efectuar un movimiento de vaivén…suavemente. El hombre tiene que estar siempre muy atento a las reacciones de su compañera, y detenerse si ella se queja. En dicho caso, se volverá hacia atrás, hasta que ella se encuentre más a gusto. El hombre puede estimular simultáneamente el clítoris, o dejar que se ocupe de ello la mano experta de su compañera, lo que, a buen seguro, le producirá un orgasmo muy intenso. Alcanzada la cumbre del placer, el hombre se retirará suavemente.

Amiguitos, esto es como el fútbol. Si no invierten en buenos jugadores, si no estudian la táctica y no entrenan, el equipo no funciona. Es muy fácil pretender que otro ponga el cuerpo cuando el dolor es ajeno. Asique acá les dejo un consejito muy útil:

Muchos hombres disfrutan acariciándose la próstata, a la cual puedes acceder insertando un dedo en el conducto anal. Con la punta del dedo, haz círculos suaves alrededor de la parte externa del ano de tu hombre, introduce la punta de tu dedo más o menos un centímetro dentro del conducto anal y continúa describiendo círculos en su interior.

Empiecen a practicar con sus propios cuerpos, dejen de saltearse pasos y, cuando crean que son expertos en el tema, mas de una de nosotras va a estar encantada en tomarles exámen. Ah, y una cosita más:

El ano no pertenece al aparato reproductor, por lo que no está fisiológicamente condicionado para el acto sexual, es un órgano contaminado con el material fecal, con muchos microorganismos.


Asique si te gusta el pan dulce bancate los confites.

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